jueves, 4 de octubre de 2012


BLANCA FLOR Y FILOMENA
Por las orillas del río, doña Urraca se pasea
con dos hijas de la mano, Blancaflor y Filomena;
el rey moro que lo supo, del camino se volviera,
de palabra se trabaron y de amores le requiebra.
Le pidió la hija mayor, y ella le dio la pequeña
y por no ser descortés se llevó la que la diera.
Se casaron, se velaron, se fueron para su tierra;
nueve meses estuvieron sin venir a ver la suegra.
Al cabo de nueve meses, rey Turquillo vino a verla.
- Bien venido, rey Turquillo; ¿qué noticias traes de mi hija?
- Blancaflor buena quedaba; en días de parir está
y vengo muy encargado que vaya allá Filomena.
- Filomena es muy chiquita para salir de la tierra
pero por ver a su hermana, vaya; vaya enhorabuena.
Montó en una yegua torda y ella en una yegua negra.
Siete leguas anduvieron sin decirse ni palabra,
de las siete pa las ocho, de amores la requiriera.
- Mira que haces, rey Turquillo; mira que el diablo te tienta,
que entre cuñados y hermanos no cabe tan gran afrenta.
Atola de pies y manos, hizo lo que quiso de ella.
Pasó por allí un pastor, de mano de Dios viniera.
- Por Dios te pido, pastor, que me escribas una letra,
una para la mi madre, -nunca ella me pariera-
y otra para la mi hermana -nunca yo la conociera-
Si mucho corrió la carta, mucho más corrió la nueva;
Blancaflor cuando lo supo, con el dolor malpariera.
Y el hijo que malparió, guisolo en una cazuela
para dar al rey Turquillo a la noche cuando vuelva.
- ¿Qué me diste, Blancaflor, qué me diste para cena?
De lo que hay que estamos juntos, nunca tan bien me supiera.
- Sangre fue de tus entrañas, gusto de tu carne mesma;
pero mejor te sabrían los besos de Filomena.
- ¿Quién te lo dijo, traidora? ¿Quién te lo fue a decir, perra?
Con esta espada que traigo, te he de cortar la cabeza.
Madres, las que tienen hijas, que las casen en su tierra,
que yo, para dos que tuve, -la fortuna lo quisiera-
una murió maneada, la otra de amores muriera.

Información
Joaquín Díaz Garcés (Santiago de Chile, 15 de septiembre de 1877 - Santiago, 1921) fue un escritor y periodista chileno. Escribió múltiples columnas y artículos de prensa, con un estilo costumbrista, mordaz, de lenguaje popular firmados con el seudónimo de Ángel Pino. Fundó en 1913 la revista Pacífico Magazine y participó en la fundación de los diarios El Mercurio de Santiago en 1900 y Las Últimas Noticias. Director de la Escuela de Bellas Artes en 1916, y elegido miembro de número de la Academia Chilena de la Lengua en 1917
Nació en Santiago el 15 de septiembre de 1877, y estudió humanidades en el jesuita Colegio San Ignacio donde conoció a Agustín Edwards McClure futuro director del diario El Mercurio. Ingresará a la Universidad Católica de Chile a estudiar Derecho.
En 1895 entra a trabajar en el diario El Chileno, continuando en El Porvenir. Su calidad como columnista lo lleva hasta el importante diario de la época, El Mercurio de Valparaíso, donde creó el seudónimo de Ángel Pino que lo haría famoso. En 1900 colaboró con su amigo Agustín Edwards en la fundación de El Mercurio de Santiago, donde llegaría a ser director. En 1902, participó en la fundación del diario Las Últimas Noticias.
En 1905 será el primer director del semanario Zig-Zag el año 1905. En 1908 fue designado secretario de las legaciones de Chile en Roma, Bélgica y Holanda, Aunque mantuvo sus columnas periodísticas y crónicas semanales en El Mercurio. En 1913 funda la revista Pacífico Magazine, donde realizó una intensa labor de divulgación de la pintura chilena, convirtiéndose en uno de los precursores de la incipiente crítica de arte en nuestro país. Para 1916 fue nombrado Director de la Escuela de Bellas Artes , y al año siguiente será elegido miembro de número de la Academia Chilena de la Lengua. Falleció en Santiago de Chile en 1921.

1 comentario:

  1. La información es del romance no la biografía del autor.
    Se debe especificar de dónde nace este Romance.
    El romance Blancaflor y Filomena deriva de la leyenda mitológica griega de Philomela y Procne a finales del XV o principios del XVI (época medieval), estuvo muy extendido por España.
    Esta versión pertenece a Joaquín Díaz en valladolid (España)

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