Letra: Federico García Larco Música: Paco Ibañez
La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.
Cómo canta la zumaya,
ay cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.
Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.
Información: En el año 1898 nació Federico García Lorca en Fuente Vaqueros (localidad granadina). Lorca, hijo de un rico propietario y de una maestra, vivió una infancia rural a la que sumó una completa formación (inicialmente se interesó por la música, pero se decantó por la literatura). La familia García Lorca se trasladó a Granada para que los hijos pudiesen seguir sus estudios. Sin embargo, consideró Federico que debía trasladarse a Madrid. Allí se alojó en la Residencia de Estudiantes, participó en su interesante vida artística y cultural y, además, conoció a sus compañeros de generación y a muchas figuras del panorama artístico. En este ambiente conoce las Vanguardias, pero su personal sensibilidad sobrepasa las modas y triunfa definitivamente con su emblemático Romancero gitano.
Tras vivir una enriquecedora temporada en Cuba y Nueva York (el impacto de esta ciudad da lugar a Poeta en Nueva York), vuelve a España. Durante la República, dirige la compañía La Barraca, grupo teatral universitario y uno de sus proyectos más queridos, con el que llevó el teatro clásico por todos los rincones de España. En 1933 visita Buenos Aires, donde sus dramas obtienen gran éxito. De regreso, Lorca, que es ya poeta de éxito, manifiesta públicamente sus ideas de izquierdas; este hecho lo pone en el punto de mira de los nacionales que lo asesinan nada más estallar la guerra civil (dos meses antes había dado por terminada La casa de Bernarda Alba).
Realizado por: Cristofer Gordillo
Realizado por: Cristofer Gordillo
Cuidar la técnica del resumen, hay ideas sueltas.
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